UNA ANTINOMIA MACONDIANA

A mí me sueltan vendado, y yo sé que estoy en el Caribe porque el organismo me está funcionando de una manera que no me funciona en ninguna otra parte y la mente, todo.

Esta frase se la escuché a Gabo en una entrevista hace algún tiempo y lo mismo me sucede con una parte del Caribe, Mompox. Debe existir cierta conexión con el lugar en el que uno respiró por primera vez.

Pensaba escribir sobre la factura del impuesto de renta, pero mi yo procrastinador concluyó que no es un tema que deba escribirse en una hamaca debajo de un palo de mango, mucho menos publicarse un domingo de resurrección. Me quedé mirando el rio buscando un tema sobre el cual escribir y todos me parecían sumamente densos: el perdón social, la ley de empalme que propone Duque, las propuestas tributarias de los candidatos, el propósito que no cumple el formato 2516, etc. Inconscientemente ya había apagado el computador así que decidí que lo mejor era esperar el próximo domingo para escribir la columna. Se impuso el procrastinador que hay en mí.

Salí a buscar una botella de vino de corozo que me había encargado un familiar y me encontré con esta macondianada:

Quedé inmóvil buscando el aviso (que esta prohibido fijar) de prohibido moverse.

Alguien tuvo que pensar que estaba loco, porque atiné a soltar una carcajada luego de leer los letreros y decidir en voz alta: una antonimia macondiana.

Para la hermenéutica jurídica esto se encuentra dentro de los problemas lógicos. En este caso por la evidente contradicción en las órdenes.

Pero si todos los temas anteriores fueron densos, mucho más denso sería escribir hoy sobre hermenéutica jurídica.  Así que seguí mi camino pensando en cuanta razón tuvo Bolívar en decir que “Mompox no existe. A veces soñamos con ella, pero no existe”

 

Carlos Guerra

@Impuestosconbotas

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