La Mejor Reforma Tributaria es el Crecimiento de las Empresas

Un nivel de recaudo del 20% sobre el PIB en Colombia frente al 34% en países OCDE, la pérdida del grado de inversión, la necesidad de mayores recursos en el nuevo gobierno para materializar su programa y un déficit fiscal del 5,6% del PIB, son las principales razones que justifican la necesidad de una reforma tributaria en nuestra nación.
El déficit fiscal de Colombia pasará del 8,6% del PIB en 2021 al 5,6% para 2022 debido a la dinámica económica. Cuando la economía crece, el déficit fiscal disminuye, entonces se requiere crecimiento para tener un buen recaudo tributario.
Colombia se está consolidando como uno de los lugares más costosos del mundo para crear y desarrollar empresa, situación que va en contravía de la tendencia global, que desde 1980, viene disminuyendo los impuestos a las sociedades como mecanismo de incentivo al crecimiento económico de los países. En la actualidad, las compañías alrededor del globo tienen una media de impuesto de renta del 24%, en nuestro país es del 35%.
Si se elimina la propuesta de ajuste de impuestos a los dividendos, la tasa de impuesto de renta a las empresas se lleva a un nivel del 30%, se ajustan los impuestos a las personas desde los $7 millones de pesos mensuales y se unifican algunas tarifas de IVA; el país tendrá las bases de recaudo y mantendrá una dinámica favorable de crecimiento económico.

Ante la presentación de la reforma tributaria por parte del gobierno son muchas las discusiones que se están presentando con celeridad, teniendo en cuenta que el proyecto tiene mensaje de urgencia, por lo que será aprobado rápidamente, generando como riesgo el poco margen para el análisis y ajustes a profundidad.
Independiente de esto, debemos reflexionar sobre la necesidad del ajuste tributario en Colombia y la inestabilidad de las finanzas del país, pero a la vez analizar los impactos para la economía, así como para la dinámica de las personas, empresas, empresarios y emprendedores; y con todos estos elementos poder aportar al mejor camino de solución.

Necesidad de una reforma tributaria
Colombia desde el 2012 hasta el 2019 había tenido un déficit fiscal promedio del 2,9% del PIB, esos eran unos 25 billones de pesos, ese déficit pasó en 2021 a ser el 8,6% con unos $101 billones y se estima que para 2022 cerrará en 70 billones, es decir 5,6% del PIB, 30 billones menos que el año pasado por las buenas cifras de crecimiento que está mostrando nuestra economía. Y este es un primer mensaje de atención, cuando la economía crece, el hueco fiscal disminuye, entonces se requiere crecimiento para tener un buen recaudo tributario. El objetivo del gobierno es que el limitante tributario del país se ubique en un mediano plazo en un 2% del PIB.

Otro elemento que justifica la necesidad de un cambio impositivo radica en un bajo nivel de recaudo como proporción del PIB, el cual está en un 20%, y si bien lo ubica por encima de México que tiene el 17%, está por debajo de países OCDE como Chile que tiene el 21%, Alemania 39%, Francia el 45%, España con el 35%, Reino Unido que tiene el 33%, Estados Unidos con el 25% y el promedio de países OCDE con el 34%.

Adicionalmente, con el déficit fiscal sin solucionar en los últimos años, las calificadoras internacionales deterioraron su opinión sobre la capacidad de pago de deuda de Colombia, generándonos un grado de calificación especulativo, elemento que hace ver a la nación ante los ojos de los inversionistas globales como un lugar de riesgo y no atractivo para poner sus recursos.

A su vez, el gobierno ha anunciado importantes reformas en su mandato, la de salud, la de educación, la pensional y la agraria. Estos cambios requerirán mayor inyección de gasto público y por ende contar con más recursos tributarios será la garantía en la materialización de estos planes.

La necesidad de una nueva reforma tributaria en 2022 ya era evidente para muchas personas desde el año pasado. En Sectorial.co hicimos un sondeo en agosto de 2021, preguntando a nuestros usuarios ¿si para el 2022 necesitaríamos otra reforma tributaria?, el 73,3% de las personas afirmaron que sí.

Cambio tributario en medio de una compleja situación económica
Está clara la necesidad de la reforma tributaria, sin embargo, el mundo está atravesando por una recesión económica, la cual tendrá efectos en la capacidad de Colombia de exportar y traer productos del exterior. Sumado a esto se encuentra el fenómeno inflacionario que hace que para el consumidor sea más costoso adquirir los bienes y que para las empresas se incrementen los costos de producción y comercialización.
Recesión e inflación han hecho que la confianza de las personas y empresas se deterioren, ahora hay que incluirle un tercer elemento y es el impacto que tendrá la reforma tributaria.

Incluso la terrible coyuntura económica global ha hecho que el proyecto de tasa mínima de impuesto corporativo global del 15%, planteado por el G20 para 2023, fuera aplazado para el 2024.

La confianza de las personas y empresas también se ve deteriorada por la inestabilidad en sus reglas tributarias, y es que, en los últimos 20 años, el país ha tenido 13 reformas tributarias, es decir, cada año y medio una nueva y hasta el momento sin solución estructural.

Varios planteamientos de la reforma no contribuirán al crecimiento económico
Pese a la recesión económica en diferentes lugares del mundo y al encarecimiento del costo de vida de las personas, Colombia es uno de los países con mejores tasas de crecimiento. Esta expansión está ayudando a reducir el déficit fiscal, pues cuando las empresas crecen, la empleabilidad aumenta, los ingresos de las personas se recuperan y por ende se recaudan mayores impuestos. Sin embargo, varios planteamientos del proyecto de reforma tributaria limitarán el crecimiento e implicarían una solución temporal a la limitante fiscal, mas no estructural.

Elementos como la creación de impuestos sectoriales específicos en la parte minero energética, en alimentos y bebidas; eliminar beneficios de deducciones por regalías, inversión en infraestructura de turismo; y limitar deducciones a personas y empresas; son algunos de los elementos que menoscabarán la capacidad de crecimiento de las empresas y a su vez el crecimiento del país. Sin embargo, tres aspectos serán los del mayor impacto:

Las empresas seguirán teniendo la mayor carga tributaria: Uno de los principales objetivos de la reforma es apuntarle a la equidad entre contribuyentes, los contribuyentes son las personas y empresas, a las primeras se les aumentó la tarifa según su nivel de ingresos, lo que apunta a equidad, pero a las segundas su tasa impositiva en renta no se disminuyó del 35% en que se encuentran, manteniéndose la inequidad. Es de tener presente que en el gobierno anterior la tasa de tributación en renta de las empresas pasó del 32% al 35%, mantener este nivel junto con la creación de impuestos específicos a las sociedades y a los dividendos que reciben sus dueños, consolida a Colombia como uno de los lugares más costosos para crear y desarrollar empresa y va en contravía de la tendencia mundial que desde 1980 viene disminuyendo los impuestos a las empresas como mecanismo de incentivo al crecimiento económico de los países. En la actualidad las compañías alrededor del globo tienen una media de impuesto de renta del 24%.

• Ajustes en impuestos a dividendos generará una tarifa efectiva mayor para empresas y limitará la inversión: La reforma busca unificar todo tipo de rentas, los dividendos quedarán sujetos a tarifas marginales, que en el caso de los ingresos más altos su tasa será del 39% frente al 10% que se encuentra actualmente. Este esquema progresivo conlleva igualmente a que la tasa efectiva de tributación para las empresas sea de las más elevadas en el mundo y consigo afectando la inversión,
el desarrollo del mercado de capitales, el empleo y el crecimiento. Evidenciaremos, a su vez, un alto impacto al desarrollo del emprendimiento, pues estas empresas en su etapa temprana requieren de inversión para materializar sus planes de negocio; la nueva tarifa de dividendos se convertirá para los emprendedores una barrera para el levantamiento de capital y la atracción de inversionistas, lo que a su vez aumentará su tasa de mortalidad, hoy en promedio en tres años, y será un desincentivo a la creación de empresas.

• Carencia de estímulos específicos: Se había mencionado desde el gobierno, antes de la presentación del proyecto de reforma, la promoción de un mayor desarrollo empresarial de la micro, pequeña y mediana empresa, pero la reforma no involucra estos aspectos.

Estos tres elementos nos generan grandes interrogantes sobre las capacidades que tendrán las empresas para crecer en 2023 y en consecuencia el limitante que se presenta a la expansión económica del país. Si Colombia no crece, no se promueven los ingresos, el empleo y la inversión, a su vez, no se materializa el recaudo tributario y los planes de gobierno no se ejecutan. Con esto en mente, una pronta recuperación de grado de inversión no se presentaría e incluso se podría debilitar los perfiles crediticios.

¿Si se retiran los elementos de la reforma tributaria que afectan el crecimiento económico, de donde saldrán los recursos fiscales?
Una de las fortalezas que se tiene en el gobierno es el amplio conocimiento y experiencia del ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, quien ha acogido las observaciones de diferentes actores con un tono conciliador, con lo que podremos esperar a que se introduzcan los cambios necesarios, pese al poco tiempo por el mensaje de urgencia que tiene el proyecto. Incluso, en el reciente congreso de Asobancaria, el ministro mencionó la revisión frente a la propuesta de aumento de impuesto a los dividendos y el retiro de los tributos específicos a exportación de oro y a combustibles en zona de frontera.

Consideramos que, si se elimina la propuesta de ajuste de impuestos a los dividendos y adicionalmente la tasa de impuesto de renta a las empresas se lleva a un nivel del 30%, el país tendrá las bases para mantener una dinámica favorable de crecimiento económico. Sin embargo, hacer estos cambios no soluciona, por otro lado, el nivel de recaudo tributario inmediato. Frente a esto vale la pena retomar las recomendaciones de la Comisión de Expertos en Beneficios Tributarios del 2015 y 2021, quienes le apuntaron a ampliar la base de impuesto de renta a personas, simplificar los descuentos, eliminar exenciones de IVA, retirar preferencias y descuentos en impuesto de renta para personas jurídicas; muchos de estos elementos los contiene la reforma actual, nuestra propuesta radica en dos:
La renta a las personas es el 1,2% del recaudo sobre el PIB en Colombia, en países OCDE el 8,1%. Para atacar el fenómeno de concentración de impuestos en pocas personas y la falta de progresividad, la reforma debería buscar que las personas que generan ingresos mensuales superiores a $2 millones comiencen a declarar, a partir de $3,5 millones a pagar renta y el ajuste de tarifas se presente desde los $7 millones.

Aumentar el IVA de bienes y servicios con tarifa diferencial, sin tocar los que tienen el 0% de tasa pues afectaría la capacidad de consumo de las clases más vulnerables.

Con base en estos aspectos tendríamos una reforma que garantice recaudo y que Colombia siga creciendo económicamente, la conjunción de estos elementos nos devolvería grado de inversión. De esta manera, entrarán más dólares a nuestra economía, se promoverá el desarrollo de la inversión, la tasa de cambio se disminuirá y, a su vez, la inflación caerá, lo que nos brindaría un mejor panorama como país.

Alejandro Escobar

@alescobarc88

Gerencia Estratégica Sectorial.co    @sectorialco

Sectorial es una firma de inteligencia de sectores que facilita y acelera el acceso a conocimiento experto para el entendimiento actual y futuro de los sectores en Colombia.

www.sectorial.co

 

 

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