HUELE A REFORMA TRIBUTARIA

La Corte Constitucional ha cumplido su labor, demostrando absoluta independencia al aplicar la constitución y al desmantelar, por partes, el recaudo esperado de la Ley 2277 de 2022. Este mensaje es crucial para el ejecutivo y el legislativo, exigiendo mayor rigurosidad al crear o modificar elementos tributarios.

Según los entendidos en asuntos políticos, el primer año es del Gobierno nacional, el segundo del legislativo; en el tercero se equilibran las fuerzas y en el cuarto, los intereses suelen ser contrarios. Nos encontramos en el segundo año del gobierno de Petro y no solo tendrá que “bailar” en el Congreso con una nueva reforma tributaria, también tiene pendientes asuntos estructurales de su plan de gobierno como reformas en salud, educación, justicia, agro, etc.

Al leer a algunos economistas y comentaristas en Twitter (X), se concluye que el presupuesto está desfinanciado, y esto solo se soluciona mediante el uso del crédito y/o una nueva reforma tributaria. Desde un punto de vista económico, parece necesaria una nueva reforma tributaria.

He mantenido que nunca tendremos una reforma tributaria estructural; es un sofisma. Lo que necesitamos es definir un rumbo que nos lleve a un sistema tributario más simple, equitativo y progresivo, incluyendo, naturalmente, los tributos territoriales. Una vez definido este rumbo, debería convertirse en una política de Estado, eliminando así la necesidad de una, dos o tres reformas tributarias en cada gobierno con el único propósito de financiar su plan de gobierno.

Ahora que se ha abierto la discusión sobre la nueva reforma tributaria, invito a todos a tomarnos en serio. Más allá de nuestra afinidad política, tenemos una nueva oportunidad para definir el rumbo, y eso solo se logra si desde la academia, el empresariado y el ciudadano de a pie aportamos en su construcción.

No se confundan, no soy pro-gobierno, soy pro-coherencia. No alcanzaremos el sistema tributario que deseamos si aceptamos o rechazamos todo lo que se haga. ¡Los extremos están matando a este país!

Esto no es un llamado a aceptar de manera sumisa una nueva reforma tributaria; es un llamado a ser propositivos, a exigir espacios para ser escuchados. Les anticipo que desde Impuestos con Botas, desde ayer, iniciamos la tarea de tocar puertas para que los contadores tengan un lugar en la mesa; definitivamente, tenemos mucho aportar desde la operatividad para simplificar este lodazal.

Para que el debate sea constructivo, les pido un favor: no opinen desde las vísceras o desde la ignorancia. Justo ayer, tras el anuncio de una posible reforma tributaria, algunos portales anunciaban que la nueva reforma haría que los 50 millones de colombianos presentaran declaraciones, lo cual sería ideal técnicamente. Sin embargo, sabemos que esto forma parte del juego de desinformación al que, desafortunadamente, nos hemos acostumbrado, sin importar cuál sea el bando que lo practique.

Pongámonos serios. Seamos propositivos. Apartemos los colores políticos. Y, por último, seamos felices en el 2024.

 

Amanecerá y veremos.

 

@impuestosconbotas

 

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